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Esther Morales León.
Psicóloga Clínica y Educacional – CHILE

Cuando pequeños, nuestros padres y profesores nos enseñaron que era malo mentir a otros, que ese era un comportamiento inadecuado y si alguna vez éramos sorprendidos en alguna mentira, recibíamos castigo por ello, por lo cual nos sentíamos avergonzados o culpables posteriormente, aunque la falta hubiese sido tan pequeña e inocente, como nosotros mismos a nuestra corta edad.

En la medida que fuimos creciendo, salimos del mundo de los cuentos e historias, donde éramos los protagonistas de fantasías como ser la princesa del castillo encantado o el guerrero de caballo y armadura, luchando contra un dragón y fuimos haciéndonos autoconscientes y despiertos al mundo real, comenzamos a percibir las mentiras, inconsistencias y dobles mensajes de los adultos que nos rodeaban, ej. quiero a todos mis hijos por igual, el colegio es super entretenido, peleamos con tu papá porque nos amamos, vamos a cambiar el auto, así es que por ahora nos quedaremos en esta casa chica, a la abuela le quedan muchos años todavía, etc, etc.

Sin ser muy inteligentes, vamos dándonos cuenta de que el mundo adulto está poblado de mentiras, que la verdad es siempre subjetiva, y depende del ángulo desde donde se mire, y que sin darnos cuenta nos sumergimos en las mentiras colectivas, de tipo internacional (invadimos este país para evitar una guerra civil), político( si gobernara nuestro partido todo sería diferente), religioso (nuestro Dios es el único verdadero), étnico (somos una raza superior), económico ( los pobres son flojos y alcohólicos), social (ese barrio está plagado de narcotraficantes), militar (compramos armas y tanques para mantener la paz), ecológico (el calentamiento global es producto de la naturaleza), cosmético (esta crema quita las arrugas en 45 días), mentiras que se transforman en dogmas, mandamientos, que de tanto escucharlos, nos convencen y evitamos cuestionar.

Ser un ciudadano del tercer milenio bien adaptado, un código más de la Matrix, requiere ir a la velocidad de las máquinas, desconectado de su cuerpo y emociones, trabajar para pagar las deudas, tener sexo apurado u ocasional, dejar a los hijos en manos del televisor o los juegos electrónicos, comprar muchas cosas incentivado por la publicidad, moverse en selvas de cemento para ir a donde no se quiere ir, tomando remedios para anestesiarse aún más.

Todos aquellos seres que han provocado profundos cambios en las sociedades han sido desadaptados, rebeldes, inconformistas, una muestra de ello : Martin Luther King, quien ayudó a abolir la esclavitud, Gandhi que contribuyó al liberación de la India del imperio Inglés, la madre Teresa de Calcuta que cuidaba con esmero a leprosos y menesterosos, ellos tiene algo en común no se autoengañaron, fueron capaces de mirar la verdad a la cara, detectaron una situación anómala y fueron capaces de aportar su decisión para cambiarla, aunque en ello les fuera la vida.

Si no nos creemos capaces e importantes como para transformar el mundo, podemos comenzar por nuestro pequeño mundo interno, mirando y buscando dentro de nosotros mismos cuales son las mentiras que nos hemos estado diciendo, a veces por tanto tiempo.

Algunos ejemplos : estoy muy viejo para cambiar de trabajo, sigo con mi marido porque es un buen padre y no nos falta nada, es primera vez no puedo quedar embarazada, mi hijo debe ser médico porque es una tradición familiar, no viajamos porque nos pueden entrar a robar, ahorro para la vejez, ahora no puedo darme gustos,etc.

Atrévete a descubrir que las mentiras personales encubren cobardía, miedo al cambio, una deshonra a tu propio ser, que vive encadenado a hábitos, conductas, prejuicios, normas, pautas socialmente aceptables, enfermándose y muriendo un poco cada día.

Si cada uno de nosotros es cada vez más verdadero, lograremos que las grandes mentiras institucionalizadas se derrumben para siempre, porque nosotros hemos sido los cómplices de su mantención en el tiempo, con nuestra cobardía, ceguera, falta de amor y compasión.

Primero que nada sácate la máscara, esa careta que le muestras a todos, mírate al espejo sin piedad, mira profundo, conecta con tu alma, con tu ser esencial , pregúntale quien eres realmente, porqué estás en este mundo, en este momento de la historia, recuerda porqué elegiste venir, cual es tu misión, descubre aquello que te hace único en todo el Universo, encuentra tu poder, la divinidad que vive en todo tu ser, en la perfección de tu cuerpo, en tu alma inmortal, honra a este maravillosos planeta que es tu hogar ahora, bendice sus mares, ríos, montañas, selvas, a cada ser vivo, una magnífica creación del Dios que es Padre y Madre, al igual que tú.

Ahora que sabes quien eres, descubre las mentiras que te dices a ti mismo, toma tu espada refulgente y córtale la cabeza a tus miedos, encuentra tu verdad, no importa que sea muy diferente a la de otros, sé valiente, da el primer paso y el Universo se confabulará para que logres salir adelante.

No eres víctima de nadie, ni de nada más, que de ti mismo, el autoengaño te tiene en una jaula que se abre desde adentro, la verdad solamente puede liberarte, comienza ahora !!!!!

EJERCICIO SUGERIDO

Siéntate en una silla de respaldo recto, los pies apoyados sobre el suelo, levanta la barbilla, los hombros hacia atrás, cierra los ojos, respira lenta y rítmicamente, imáginate ricamente vestido (a), con un cetro de poder en tu mando derecha, eres el emperador o la emperatiz de tu mundo y tienes todo el poder para cambiar tu vida, conecta con tu ser esencial, con tu espíritu, con quien eres realmente, esta parte tuya le da un mensaje, consejo o regalo a tu personalidad que es su sirviente, quien lo recibe con humildad, prometiendo hacer los cambios necesarios de aquí en adelante.


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